House: ¿Te das cuenta? Todo el mundo piensa que soy un paciente por el bastón.
Wilson: Pues ponte una bata como los demás.
House: No, entonces parecería un médico.
Foreman: Para tratar pacientes nos hicimos médicos.
House: No, para tratar enfermedades somos médicos. Tratar pacientes es lo que hace a los doctores miserables.
House: A mí me da que almacena coca en el sótano...
Foreman: Da clase en un jardín de infancia.
House: Y si yo tuviera 5 años, confiaría ciegamente en ella.
Paciente: Quiero morir con un poco de dignidad.
House: Eso no existe. Los cuerpos se deterioran; a veces a los noventa, a veces antes de nacer; pero siempre sucede sin un atisbo de dignidad. No importa si no puedes andar, ver o limpiarte el culo. Siempre es horrendo, siempre. No se muere con dignidad, se vive.
House: Era perfecto, hermoso.
Wilson: La belleza, a menudo, nos seduce en el camino a la verdad.
House: Y trivialmente nos parte en dos.
Wilson: Muy cierto.
House: ¿Eso no te molesta?
Wilson: ¿Que te equivocaras? Trato de superar el dolor.
House: No estaba equivocado, todo lo que dije era cierto, encaja, era elegante.
Wilson: Y, ¿la realidad se equivocó?
House: La realidad casi siempre es un error.
House: ¿Preferiría a un médico que le coja la mano mientras se muere o uno que le ignore mientras mejora? Aunque yo creo que lo peor sería uno que te ignore mientras te mueres...
House: Tiene un parásito.
Paciente: ¿Como la solitaria, o algo así? ¿Puede quitármelo?
House: Hasta dentro de un mes sí. Después, es ilegal. Bueno, en un par de estados no.
Paciente: ¿Ilegal?
House: Tranquila. Es uno de esos que sale a los nueve meses. Muchas mujeres se encariñan con estos parásitos. Les ponen nombres, les compran ropita y los llevan al parque a jugar con otros parásitos... Mire, tiene sus ojos...
Monja: La hermana cree en cosas que no existen.
House: ¿Eso no es un requisito indispensable en su oficio?
House: Seguro que tienes mucha fe en Dios, pero ¿a que miras a los lados al cruzar la calle?
Foreman: ¿Es así de sencillo? ¿Simplemente debo ignorar las burlas y el abuso?
House: Oh, ¿cuándo abuso de ti?
Foreman: ¿Cuándo no abusas? Si cometo un error...
House: ...Te hago responsable, ¿Y qué?
Foreman: El Dr. Hamilton perdona. Es capaz de seguir adelante.
House: ¡No, no es eso lo que hace!
Foreman: Yo arruiné su caso y él me dijo...
House: Nunca te dijo que te perdonaba. Yo estaba ahí. Dijo que no era tu culpa.
Foreman: ¿Entonces?
House: ¿Entonces? Es que sí era tu culpa. Tomaste una oportunidad, hiciste algo maravilloso. Estabas equivocado, pero siguió siendo maravilloso. Deberías sentirte de maravilla por haber hecho algo maravilloso. Deberías sentirte como la mierda porque era una equivocación. Esa es la diferencia entre él y yo. Él piensa que hay que hacer el trabajo, y que sea lo que sea. Yo pienso que lo que yo hago y lo que tú haces, cuenta. Él duerme mejor por la noche. No debería.
House: He dicho que soy adicto, no que tenga un problema.